Mi batalla, día tras día, en posición horizontal no se asemeja a la tuya, vil caminata diaria que se hace notar en las calles.
Mis palabras, consumidas con el tiempo, han hecho de este el más silencioso de los actos. Las tuyas, se hacen reales en una voz de protesta por las injusticias del país.
Mi cuerpo, magullado por los años y consumido por la venta de un sentimiento simulado, contrario a la virilidad y juventud que caracterizan al tuyo, pilar de energía liberadora, busca a toda costa contagiarse de tu aura para ganarles a la muerte y al olvido.
Mis ojos, mar de lágrimas secas de amargura y resignación se cruzan con los tuyos, oasis en la indiferencia de tus semejantes, conectándose mientras libramos un acto hostil y carnal inventado por nuestras mentes para despedirnos temporalmente de este mundo.
Yo puta y tu guerrillero. Así nos bautizó la sociedad. Nos olvidamos de nuestros asuntos pendientes para entregarnos a un placer pecaminoso y gratuito, mientras más allá de las sábanas los hermanos se siguen matando.Mi batalla, día tras día, en posición horizontal no se asemeja a la tuya, vil caminata diaria que se hace notar en las calles.