abril 23, 2009

SEXO Y REVOLUCIÓN

Mi batalla, día tras día, en posición horizontal no se asemeja a la tuya, vil caminata diaria que se hace notar en las calles.

Mis palabras, consumidas con el tiempo, han hecho de este el más silencioso de los actos. Las tuyas, se hacen reales en una voz de protesta por las injusticias del país.

Mi cuerpo, magullado por los años y consumido por la venta de un sentimiento simulado, contrario a la virilidad y juventud que caracterizan al tuyo, pilar de energía liberadora, busca a toda costa contagiarse de tu aura para ganarles a la muerte y al olvido.

Mis ojos, mar de lágrimas secas de amargura y resignación se cruzan con los tuyos, oasis en la indiferencia de tus semejantes, conectándose mientras libramos un acto hostil y carnal inventado por nuestras mentes para despedirnos temporalmente de este mundo.

Yo puta y tu guerrillero. Así nos bautizó la sociedad. Nos olvidamos de nuestros asuntos pendientes para entregarnos a un placer pecaminoso y gratuito, mientras más allá de las sábanas los hermanos se siguen matando.Mi batalla, día tras día, en posición horizontal no se asemeja a la tuya, vil caminata diaria que se hace notar en las calles.

abril 14, 2009

GENÉTICA O TABÚES

Jugamos a olvidar las prohibiciones, las leyes y preceptos que nos impedían consumar la repentina pasión que surgió al cruzar nuevamente nuestros caminos. Recuerdo la infancia de otrora y me pregunto qué pasó con aquellos chiquillos que jugaban inocentemente y corrían por el jardín hasta el cansancio vespertino. Crecimos. Ahora somos más viejos, más perversos, más carnales... Más culpables de pasar por alto que no todos pueden juntarse, de ingorar las razones por las que no debimos dejarnos llevar por los crecientes deseos y las consecuencias de haber unido nuestros cuerpos para satisfacer una fugaz excitación.

Ahora, somos dueños de un secreto... Somos adictos 'a los juegos de artificio' que invetamos para pasar el rato... Somos esclavos de un nuevo vicio, uno que nos permite seguir hundiéndonos a nuestro antojo, uno que cada día nos muestra nuevas formas de ocultarnos para fingir amarnos, uno que terminará el día que uno de los dos se aburra o se enamore... Uno que puede terminar el día que seamos descubiertos mezclando nuestros cuerpos con una familiaridad tal que reboce el descaro.