febrero 22, 2016

HOY

Desperté pensando en ti. Abrí los ojos y pude verte, aferrado a mi mente, listo para acompañarme todo el día. Desperté y ahí estabas.

Suspiré, querido, mientras mi cuerpo suplicó a gritos por tus besos y mi lengua anheló recorrerte. Mis dedos desearon la textura de tu piel erizada y mis oídos escucharon el ritmo de tu respiración.

Desayuné con el sabor de tu excitación mientras añoraba la humedad de tu sexo. Disfruté la tortura del momento previo y sentí cómo mis ideas empaparon mi entrepierna.

Te estoy hablando en pasado, amor mío. Así nos gusta, así no sufrimos tanto. Te hablo en pasado para imitar tu proceder. Te hablaré en pasado hoy, y también mañana, aunque muera por pedirte que hagas parte de mi presente. Te hablaré en pasado aunque en realidad quiera gritar tu nombre esta y todas las noches.

3 comentarios:

  1. El día que nos despertemos pensando en nadie, ese día nos morimos en vida y se nos acaban las inspiraciones para seguir escribiendo, incluso viviendo.

    ResponderEliminar