agosto 19, 2010

YAZOO




De repente, el río se aburrió de deleitar con sus aguas a las jovencitas perversas que bañaban sus lozanos cuerpos cada mañana. Y así fue como aprovechó la sequía para desviar sus aguas hacia otro lugar.

agosto 13, 2010

DELIRIO*

Cada noche, una vehemente sensación se apoderaba de sus sentidos al entrar en aquella bitácora que tanto gobernaba su imaginación. Sin esperarlo, las creaciones del desconocido dios gestaron un sentimiento de desesperación que solo era calmado al llenar su mente de tan magistrales creaciones.

Con el paso de los días, notó que las visitas nocturnas no eran suficientes. Quería más. A diario soñaba con el sujeto que intempestivamente había pasado de ser una diversión al centro de sus fantasías. A menudo, cerraba los ojos e imaginaba a su amado anónimo. Pero esto tampoco sació su deseo.

Se las arregló para conocerlo. Y recuperó la calma. Sintió la paz que meses atrás había dejado escapar. Creyó necesario vengar su demencia y así fue como sintió volver la cordura a su alma mientras observaba a su lado el cuerpo inmóvil de su ídolo.


*A todos, gracias por atraparme.