febrero 01, 2009

"BUENA SUERTE Y HASTA LUEGO"


Recuerdo tu llegada. Ahí estaba yo distraída con las ilusiones propias de un mortal hasta que llegaste, moviendo tu eterna cabellera de ensueño, con la cara maquillada de forma tal que inspirabas alegría. Con una roja y hermosa sonrisa que me hacía olvidar las contrariedades con las que pretendo sufrir. Tan mujer, tan perfecta. En qué momento se me iba a ocurrir por lo que estabas atravesando, cuanto dolor, cuanto sufrimiento, si pudiera saberlo tal vez jamás te habría querido en secreto por el mismo miedo a perderte.

Creí que serías mía para siempre, porque nunca quise pensar que eras humana, vulnerable a la muerte. Prefería tu versión inmortal, aun la prefiero, porque para mi aun vives. Aun vives en las pocas imágenes que me quedaron de ti de aquel domingo gris. Habría dado mucho de mí para evitar que la agonía te consumiera hasta apagarte totalmente.


Me pregunto, ¿estarás en mejor vida? ¿Se detuvo tu sufrimiento? ¿Fuiste feliz? Por lo menos recuerdo que eso parecías, eso inspirabas, eso te rodeaba, una felicidad tal que me recordabas con tu presencia lo ingrata que soy con la vida, lo poco que me preocupo por prolongar y hacer más placentera mi estadía en este mundo, lo mucho que me quejo y lo poco que disfruto, lo inconsciente que soy, lo cruel que he sido… Eso eras tú, toda felicidad… por fuera. ¿Por dentro? No lo se, es un secreto que te llevaste a la tumba junto con la oportunidad de contagiarme de tu esencia.


De nada sirve escribirte esto, porque se que no lo leerás. Sin embargo, esta sería mi forma de decirte que de ahora en adelante trataré de valorar más lo único que tengo: un segundo más para vivir.