julio 31, 2012

NADIE SABE


¿Y si nos convencemos? Cuando no se sabe hacia dónde se va, es mejor no emprender el viaje. Me refiero a ti y a mí. A esto tan extraño que nos atrapa. A dejar de lado la imaginación y su poder infinito. A perder la costumbre de desearnos con decencia. A dejar de abrir el corazón con la esperanza de abrirte algo más. Ahí ya hablo por mí. Dejemos de interpretar silencios, de intercambiar afectos. De soñarnos. De querernos. De arriesgarnos. Sabes que no vale la pena. Sabes que no valgo la pena. Que un día me aburriré porque ya no serás prohibido. Sabes que amo hacerme la víctima. Sabes que no voy a cambiar. Sabes que te querré manipular. Sabes que no puedo hacerte daño. Sabes que soy indecisa. Sabes que soy voluble. Sabes que luego de decirte cualquier cosa, la tacharé con la promesa de un beso, o de dos, o de tres... o de cantidades que mis dedos no alcanzan a sumar. Olvídalo, mejor me retiro sin herirte. Me iré mientras dejo salir una lágrima demasiado visible para que corras a consolarme. Creo que ya me decidí, haré que me odies. No sin antes envolverte con mis piernas.

julio 24, 2012

24

Apodérate de cada segundo de mi vida, al punto de perturbar cuanta idea habita mi mente. Haz correr el tiempo mientras me entretengo acariciándote. Ahora, congela cada rincón de mi cuerpo con un beso lleno de culpa que salde nuestras deudas. Oblígame a confesarte lo que mis ojos hacen demasiado evidente.  Llévame a la ventana y manipula mi lengua. Déjame simular que es totalmente espontáneo el decirte que me quiero contigo.

julio 23, 2012

MASACRE




No fue planeado. Creo que llevaba bastante tiempo sin recordarlo. La semana pasada lo vi subirse al mismo colectivo en el que yo iba y se me revolvió todo. De inmediato, abrí los ojos más de lo normal para evitar la salida de cualquier lágrima. Vinieron a mi mente sus sucias manos recorriendo mi cuerpecito mientras asqueada le suplicaba que me dejara ir de su cuarto. Lo odié otra vez. Lo odié mientras seguía recordando sin omitir detalle todo lo que me hizo aquel 11 de abril. No importaron siquiera el tiempo que tardaron en sanar las heridas ni las ganas de morir que sentía cada vez que orinaba. Lo elemental en ese momento fue que despertó en mí una necesidad totalmente nueva, la de matarlo. Así, sin dormir durante varios días pensaba en qué podía hacer para que sufriera tanto o más que yo por haberse cagado mi infancia. Ayer, en la tarde volvimos a coincidir en el transporte. Y lo maté de la única forma que podía darme paz: lo miré a los ojos y lo saludé como si jamás hubiese abusado de mí.

julio 15, 2012

DESACIERTOS


Anoche Andrés no pudo dormir. Estaba demasiado pensativo e imaginando qué tan distinta sería su vida si en lugar de estar casado con Juliana, hubiese sido menos rutinario. El detonante fueron los besos y la constante insistencia de su esposa para tener sexo justo cuando estaba viendo una final de fútbol. "¡Qué inmamable te has vuelto." Le gritó impaciente mientras trataba de apartarla del sofá y repeler el inminente ataque de histeria que venía en camino. Recordó como Lucía se sentaba a su lado, sin hacer el más mínimo ruido y de cuando en cuando se paraba a buscarle una cerveza. "No debí dejarla ir", cavilaba mientras su diminuto cuerpo venía a su mente. Añoró con resignación las increíbles jornadas sexuales que tenían mientras le hacía creer a Juliana que estaba visitando a la familia o en la oficina. 

Puras excusas. La rabia y la frustración de Andrés no fueron causadas por su inoportuna esposa, ni por la derrota de su equipo en los últimos minutos. Anoche, Andrés lloró porque no esperaba encontrarse a Lucía en el supermercado agarrando la mano de otra mujer.

julio 10, 2012

GUARDARROPA



Si pides explicación a esto, te diré que es producto de una morbosa ficción. Mentiré porque prefiero conformarme con ser tu amiga. No usaré tu nombre en ninguno de mis escritos, y trataré de no soñar más contigo, ni despierta, ni dormida. Intentaré no imaginar que me animo a besarte y que tus suaves labios corresponden a mis deseos. Dejaré de mirar con disimulo el escote que revela poco, pero suficiente. Continuará mi felicidad conformista cada vez que menciones lo hijueputas que son los hombres. Quizás algún día se nos dé sin que tu familia ponga el grito en el cielo, sin que tus amigos nos miren con lascivia mientras te agarro las manos, sin que en tu trabajo murmuren al verte pasar, o con todo eso, ¿qué más da? Renunciaré a la idea de emborracharte para ver si así disolvemos tus tabúes. De hecho, buscaré un mamarracho para ver si desisto de la terrible necesidad de recorrer con mi lengua la perfección de tu cuerpo. O simplemente, empezaré por no emocionarme cada vez que escucho tu voz.

julio 07, 2012

@

Anoche quise escribir un post de esos que hacen que mis amigas dejen mensajes de felicitación y que los tipos que me leen tengan algún motivo para llenarme de flores. Tenía la mente tan limpia como la conciencia y las ideas divagando. Cerré los ojos porque no quedó de otra. Creo haberme quedado dormida unos minutos o no sé, percibía todo a mi alrededor, pero no podía mezclarme con el entorno. 

Debí viajar a tu habitación o a cualquier otro sitio en el que estuvieses a esa hora. Pensé en lo rápido que ha pasado el tiempo desde que volvimos a hacer contacto. Traté de dañarme imaginándote con lujuria  y, tras varios intentos, por fin llegué. No sabes lo bien que te desempeñaste. 

Decidí no escribir nada mientras mis manos no me pertenezcan. Hoy jugaré a ser tú otra vez.