enero 03, 2016

SIEMPRE

No es el vino. No son las lágrimas. No es mi rostro salpicado por las gotas salientes de un vaso que a duras penas puedo sostener. Soy yo. Soy yo totalmente expuesta. Soy yo con el alma completamente desnuda pidiéndote que jamás te alejes de mí. Soy yo prometiéndote que no me volveré a ir, que ahí estaré siempre, aunque parezca ausente. Soy yo diciéndote que eres lo mejor que me ha pasado en esta vida, que nada ni nadie ocupará tu lugar y que hasta el día de mi muerte te llevaré en mi corazón, arraigado en lo más profundo de mi mente, que mi alma no estará tranquila si no tiene por certera tu felicidad, aunque sea lejos de mí.

Te amo y te amaré siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario