marzo 14, 2012

L


Perder la noción del tiempo. Eso no es lujuria. Pecar y disfrutar. Eso tampoco lo es. Mi querido amigo, hoy me enseñaste que lujuria es sentir lo mismo con los ojos abiertos o cerrados. Materializar, dejar entrar. No viniste sólo. Tu amiga me agrada. Su color es el de tu piel bañada en sudor. Su textura, la de mi colchón desnudo soportando nuestros cuerpos. Su sonido, el de tu respiración en mi nuca. Su olor, el de un café que se olvidó en la estufa. Su sabor, el de tu excitación estallando en mi boca. Dile a tu amiga que es bienvenida sin invitación siempre que venga contigo.

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