noviembre 07, 2011

INACENTUADA


Toque fondo. No recordaba en qué momento me convertí en un manojo de vicios ni en qué bar extravié mi sentido común. Olvide por completo en qué plaza deseché mi dignidad. Divagaba. Caminaba sin rumbo fijo hasta elevarme y lamentar cosas sin importancia. Quise hacer altos en el camino. Demasiados. Lo intente. No lo suficiente. Seguí alimentándome de nubes y fue en la cúspide de mi perdición donde te vi. Quise sentirte en la eternidad. Entonces, aterrice.

2 comentarios:

  1. aterrizamos, gracias que, no se si es peor perderse o no encontrarse, la tristeza abunda en estos días, el dolor desaparece.. las cosas pueden mejorar, pero me veo al espejo y no se kien es aquel muchacho q no sabe lo q hace y sabe lo q quiere, pero q se esfuma de su mente la lucidez q algun dia pudo disfrutar..

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  2. Bien por tí. Porque en mi concepto, volar resulta demasiado sencillo cuando de aterrizar se trata.

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