noviembre 22, 2012

900 ALGO.

Desde esta noche dejaré la ventana abierta. No porque quiera que al menos la brisa acaricie mis muslos. No porque así sea más fácil imaginar que entras. Pero sí para dejar salir mis ganas de arroparme con tu huesuda anatomía. Quizás lleguen hasta donde vives y...

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