octubre 18, 2012

PRECIPITADA

¿A dónde fueron a parar todos los pensamientos depresivos de esta tarde? Una jornada más que termina y se ahoga en la espuma de una cerveza para acompañar la cena, otra para el postre, otra porque sí, otra porque no y las demás porque ya estoy aquí. ¿Y ahora? ¿Escucho la misma canción una y otra vez mientras abundan los pajazos mentales o me decido a decirte par de cosas que, si bien no salen como en mi mente, puedo atribuir al alcohol? Hoy, particularmente, no soy un desastre. Al menos le fue peor al destinatario de los 3 disparos que acabo de escuchar mientras me pierdo en una melodía absurda. ¿Quién fue el desdichado? Mañana habrá tiempo para enterarme. ¿Y ahora? ¿Sigo observando cómo la lluvia moja mis pies mientras mi libido se seca o me conformo con saber que algún día seremos? Optaré por sumergirme en letras absurdas que dejen muy en evidencia mi necesidad de ti. Como ya te he dicho, algún día seremos. Ya habrá tiempo, incluso para que te aburras de tenerme encima.

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