agosto 26, 2012

HUMO

Esa era yo. Una solitaria más sentada en el parque, fumando y llorando. Qué digo una más. Era la única solitaria. A mi izquierda parejas demostrando su amor dominical vespertino y a mi otra izquierda hombres hablando de fútbol. Estuve cuestionándome. Culpándome por mis desaciertos. Sintiéndome como la imbécil que soy. Y apareciste. O quizás ya estabas ahí y en mi afán por buscar felicidad lejos de casa olvidé esculcar en los rizos. No importa. Apareciste en el momento que más necesitaba de tus manos para secar mis lágrimas y convertirlas en sonrisas absurdas. Apareciste para hacerme dudar. Apareciste para traerme de vuelta. Apareciste para dejarme sin palabras.

1 comentario:

  1. Las risas son bonitas.
    Solo texteó inconscientemente en el momento oportuno.
    Total,
    las risas te acompañaron a casa.
    (:

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