abril 17, 2013

DEUDA

Me senté a pensar en mi hermana. Ahí estaba, buscando harapos para lucir descomplicada. Escuchando la  música que le empezó a gustar desde que se juntó con gente interesante. Notificando que saldría por ahí y que no la esperáramos despiertos. Qué lindas se le veían la expresión de dureza en su rostro y su actitud simulando no tener sentimientos. La imaginé. Debía ser el centro de atención a donde iba. Qué tristeza me daba escucharla mentir, pidiendo dinero para fotocopias y repitiendo que estudiaría donde una amiga para parciales. Qué rabia me daba tener que prestarle para las pastillas de día después tan frecuentemente.

¡Qué bruta es mi hermana! Como la odio. Ojalá y se muera de una sobredosis la muy malparida.

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